lunes, 19 de marzo de 2012

Sobre la herencia genética de la personalidad

Hace unas semanas hablábamos de la base biológica de los 5 grandes rasgos de la personalidad y comentábamos que estos rasgos eran relativamente estables a lo largo de la vida de una persona y que tenían cierto componente hereditario, lo que implicaría una predisposición genética.



Hoy he dado con un artículo que a primera vista parece que precisamente demuestra lo contrario, al menos con el componente genético. En él han buscado en una base de datos variaciones de un sólo nucleótido y buscado correlaciones significativas con cada uno de los 5 grandes. Sólo han encontrado dos polimorfismos, uno con apertura y otro con responsabilidad, pero han fallado en replicar la significación estadística en otra base de datos, aunque sí que existía la misma correlación para la responsabilidad.

En el blog del neuroescéptico comenta también este artículo en el que habla de que es posible que la categorización de los 5 grandes rasgos de la personalidad quizás no sea la más adecuada para encontrar correlaciones significativas. Otra posible causa del fracaso a la hora de encontrar genes que determinen un rasgo de la personalidad puede estar en que estos rasgos vienen determinados, no por un sólo gen, sino por cientos de ellos que suman los efectos de los unos a los otros para definir un determinado rasgo. Aquí podemos poner el ejemplo de la Estabilidad, rasgo en el que influyen neurotransmisores como la serotonina, la vasopresina o el cortisol. La reacción de cada persona a cada uno de ellos dependerá de la expresión del gen en las neuronas que lo generan, en la pituitaria, en los transportadores, en los receptores, en la densidad de receptores, en en mecanismo de reabsorción del neurotransmisor...

Y todo esto sin tener en cuenta la plasticidad del cerebro. Ya hablamos de cómo una exposición continua al estress puede hacer que el exceso de cortisol inhiba el correcto desarrollo del córtex prefrontal y el hipocampo en recién nacidos, en el artículo sobre mochilas o carritos para bebés. También hay estudios que muestran como niños sometidos a altos niveles de estrés (por bulling, maltrato, etc.) tienen niveles de serotonina menores que la población no sometida a estrés y superiores a ésta cuando son sometidos a estrés.

También en el artículo sobre la biología de la personalidad vimos como tanto la amabilidad como la estabilidad estaban relacionados con el sexo, es decir, había una relación directa entre la exposición a hormonas sexuales (estrógenos y testosterona) y estos rasgos. Hoy he leído también otro artículo de los blogs de Psychology Today en el que hablan de un sólo gen  que determinaría la diferencia entre huir y luchar en situaciones de estrés en hombres, produciendo noradrenalina, dopamina y serotonina, y en mujeres liberaría oxitocina y endorfinas, lo que las llevaría a buscar apoyo social para sobrevivir a la situación de estrés. Esta es una prueba de como un solo gen afecta a un rasgo de la personalidad como es la amabilidad.

También en otro artículo del mismo sitio hablan de la heredabilidad de la esquizofrenia y su relación con la creatividad, en la que hablan de como genios como John Nash, Syd Barrett o Vaclav Nijinsky sufrían este desorden y como Albert Einstein, Bertrand Russell o James Joyce tuvieron hijos con esquizofrenia. Este desorden se considera una forma de apertura excesiva.

En resumen... Parece ser que la personalidad es algo más complicado que buscar variaciones en un sólo gen, ya que lo que nosotros percibimos como "un rasgo de la personalidad" es en realidad la expresión de cientos de genes cuyos efectos actúan de forma combinada para crear un comportamiento en una persona y cuya expresión puede variar según las experiencias de cada persona a lo largo de toda su vida.

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