domingo, 15 de mayo de 2011

Conversaciones sobre elección política

Desde hace unos días por Facebook estoy comentando con un buen amigo los distintos criterios que he tenido en cuenta a la hora de elegir mi voto en las próximas elecciones. La verdad es que algo que iba a ser un simple comentario se ha convertido en un debate en el que las dos partes hemos intentado argumentar lo que cada uno creía que era lo mejor. Ha llegado a un punto en el que le he pedido permiso para poder publicarlo, ya que creo interesante que otras personas ajenas a esa red social puedan tener acceso a estas argumentaciones.

Lo más interesante de todo esto, bajo mi punto de vista son dos reflexiones. La primera es que ambos tenemos ideas propias y, aunque no coincidan en la totalidad, hay más cosas que nos unen que las que nos separan, pues ambos buscamos mejorar el estado actual a través de nuestro voto. Esto es muy importante, pues en este país parece que cuando alguien no piensa como tú es para enfadarte y llevarte la contraria, y estamos bastante mal acostumbrados a ser de "izquierdas" o "derechas" sin ni siquiera saber qué implica eso y por inercia.

La segunda reflexión que extraigo de esto es que aunque alguien no piense como yo, el hecho de que haya llegado a esa conclusión por sus propios medios, sea capaz de argumentar y de defender sus ideas y a su vez, lo haga pensando en el bien común, me merece el mayor de los respetos, pues el fin que busca es el mismo que el mío.

Os dejo pues la conversación entre JP y yo (David). ¡Si tenéis algo más que añadir os esperamos en los comentarios!

David:
Votando por correo, después de haberme leído los programas electorales y haber tenido en cuenta http://bit.ly/l2QIyY y http://bit.ly/kUEeRv. ¿Cosas que he mirado? Sanidad, Educación, Solidaridad y cooperación, inmigración, I+D, energías renovables y medio ambiente, cultura libre y canon. ¿Y vosotros? ¿Qué tenéis en cuenta en los programas electorales a la hora de elegir?


JP:
- Aunque es interesante conocer los programas, no es buena idea basarse sólo en ellos para decidir el voto, ya que son el equivalente político a los anuncios comerciales. Y mucho menos de los programas de los partidos sin posibilidad de gobernar. Brindis al sol. Y definitivamente menos, con la historia de los pactos postelectorales, que sirven de excusa perfecta para incumplirlos.

- Me parece más adecuado analizar sobre todo lo que se ha hecho y cómo se ha hecho. Desde ese punto de vista, con la situación actual es prioritario valorar lo siguiente:
* La eficacia DEMOSTRADA a la hora de combatir el paro. Es el 21% actualmente, siendo más del 40% en los jóvenes... y no para de subir. Aunque la realidad es que no en todas las comunidades autónomas la situación del paro es igual. Es casi obligatorio perder un poco de tiempo para comprobar estas cosas y ver qué medidas están demostrando ser más adecuadas.
* La capacidad DEMOSTRADA de llevar a cabo una gestión eficiente, que no ahogue al ciudadano con más y más impuestos que sólo sirven para mantener un sistema administrativo carísimo, pesado, lento e ineficaz. Del mismo modo que con el paro, no todas las comunidades han demostrado la misma capacidad.
* Respeto DEMOSTRADO a la libertad individual. La subvención y sobreprotección a discrección genera ciudadanos adormecidos, inmaduros y manipulables.
* Soluciones DEMOSTRADAS al estado en el que se encuentra la educación en España, que permita elevar su nivel medio y recuperar valores perdidos como la disciplina, el esfuerzo y el reconocimiento de la excelencia.

Por supuesto, puntos negativos para (esto con la situación actual, y con cualquier otra):

- Partidos tibios con el terrorismo etarra
- Que defienden posturas egoístas, localistas y poco solidarias con otras regiones españolas
- Que toman medidas orientadas a abrir heridas entre españoles
- Que no respetan valores fundamentales como el de la vida

Y puntos negativos, en general, a los partidos revolucionarios y que defienden cambios radicales, frente a los partidos moderados y que, siendo conscientes de que hay que hacer muchos cambios, prefieren hacerlos con prudencia a hacerlos mediante cambios radicales del sistema. El siglo XX ya demostró que esto no era buena idea.

Algo me dejaré pero bueno, más o menos éstas son las cosas que voy a valorar. Probablemente como siempre, no encontraré ningún partido que me satisfaga del todo, pero trataré de buscar un buen equilibrio entre la utilidad del voto y lo cerca que esté de mi forma de pensar. :).

David:

Hola JP,

La verdad es que mis criterios son bastante diferentes a los tuyos, pero sin embargo me gusta ver que existe gente como tu que elige de manera crítica y coherente con sus ideas, y eso es digno del mayor de los respetos.

Yo sobre todo, los puntos negativos los he otorgado a los que han propuesto o implementado medidas neoliberales, recortado el gasto o cobertura en servicios sociales y solidaridad/cooperación y por supuesto los que muestran la más mínima traza de discriminación independientemente de si es por sexo, lugar de procedencia o creencia.

También he quitado automáticamente de mi lista cualquier partido político que tolere o trate de "tontería" la corrupción en sus filas, hayan promovido cualquier tipo de medida de censura (la Ley Sinde es el mejor ejemplo, aunque hay otros), tengan tránsfugas en sus filas o desprecien el derecho internacional (el caso que hablas de "abrir heridas entre españoles" puede interpretarse por algunos como investigas y abrir procesos penales contra los crímenes del franquismo, avalado por el derecho internacional y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, firmado en 1998 que invalida la ley de amnistía española del 77).

En el resto de puntos, tengo una visión más revolucionaria, ya me conoces ;)

Como siempre, me ha costado un rato leer bien y un par de veces tu respuesta, pero ojala todas las que recibo sean así :)

Un abrazo!

JP:

Ya sabía yo que era buena idea desconectarte, jajajaja...

Bueno, voy a evitar enzarzarme en cosas concretas, porque si no nos empantanamos y nos vamos de la cuestión inicial que planteabas. Para el debate de detalle ya tenemos el Macs. Hay cosas que comentas que unen, y hay cosas que comentas que desunen. Sería incoherente con lo que digo insistir en lo que desune... no interesa eso. Interesa el futuro.

Y mirando ese futuro, está claro que hay cosas que comentas a las que nadie con un mínimo de sensibilidad va a mirar con malos ojos, como la solidaridad. Pero te ilustro con un ejemplo por qué me he decantado por los criterios que he puesto: nadie va a decir que salir con la hucha del Domund a pedir dinero para el Tercer Mundo sea una actitud equivocada. Ahora bien, si uno está con una neumonía, igual es mejor idea que se quede en casa, que se recupere, y que en cuanto sane salga de nuevo con la hucha. De lo contrario, si sale con la neumonía, igual sale una vez y ya no sale más.

Y España no es que esté con una neumonía: es que está en coma de primer grado. Cinco millones de parados, con casi uno de cada dos jóvenes en paro (¿generación perdida?), el PIB estancado, desmotivación, fracaso escolar, niveles educativos a la cola de Europa.. Éste es el pulso que hay que recobrar ahora desde mi punto de vista, aquí es donde hay que gastar las energías, y por esto valoraré las alternativas.

Y en poner esto en la primera línea de parrilla de preocupaciones creo que no estoy alejado del español medio: ahora mismo según el CIS los dos problemas que preocupan son el paro y la situación económica, a enorme distancia de los siguientes (políticos e inmigración). Paro y situación económica es lo que quita el sueño a los españoles hoy por hoy y, aunque sólo sea por empatía con ellos (gracias a Dios de momento me libro de esta lacra), me uno en la preocupación.

David: 

Me encanta hablar contigo, precisamente porque tienes puntos de vista diferentes a los míos, y aún a pesar de todo es más lo que nos une que lo que nos separa, ya que ambos queremos mejorar el mundo, cada uno de la manera que piensa que es mejor y más eficaz :)

La metáfora que das del enfermo me parece perfecta, sólo que no es un catarro, sino que se parece más a un cancer. En realidad tienes a un pequeño sector de la sociedad (plutarquía) que acapara la mayor parte de la riqueza y poder de decisión (recursos), lo que hace que el resto de células dispongas cada vez de menos. Esto es lo que hace un cancer.

La solución que propones es cortar una pierna porque duele, cuando lo que realmente tenemos es un cancer en el higado. ¿Mejorará la situación? Puede que te sientas mejor por el hecho de que durante la operación te emborrachan de drogas (se calman los mercados), te hacen transfusiones de sangre (rescates) y el cuerpo tiene una parte menos que alimentar y tocan a un poco más de recursos las celulas sanas... pero también las cancerígenas.

Al final, el tumor seguirá creciendo y expandiéndose (transnacionales, petroleras, privatizaciones en sudamérica, explotación de bancos pesqueros en el índico...) y al final acabará matando más y más células sanas de hambre.

Para eliminar un cancer, tienes que matarlo con quimioterapia (eliminación de los paraisos fiscales, tasas a transacciones financieras, impuestos a grandes rentas, eliminacion de las SICAV...), extirparlo (leyes duras contra la corrupción) y evitar que vuelva a salir (leyes que garanticen los derechos humanos en todo el planeta, desarrollo global, persecución de las empresas que violen las leyes y desaparición de los "rescates" financieros).

El problema nunca se soluciona (bajo mi punto de vista) tratando los síntomas, pues así sólo vas a tener un moribundo sedado hasta las cejas, sino cambiando el modelo financiero y productivo, olvidando la política del ladrillo y el pelotazo y apostando por la I+D, por el desarrollo sostenible, por la educación (no sólo técnica, sino también en valores) y por un modelo financiero que favorezca el bien común antes que repartir bonos millonarios a directivos meses antes de despedir al 25% de la plantilla.

Como he dicho antes, ambos proponemos ideas para que la cosa vaya mejor, y muy posiblemente en la mayoría de ellas coincidiremos. En este caso, yo pienso de manera ligeramente diferente, pero ambos buscamos lo mismo :)

Un abrazo!!!

JP: 

¡Eso es cierto! Creo que coincidimos en una cosa esencial: en que hay que hacer cambios. Sólo que a tí te va más la cirugía radical y yo apelo a los remedios de la abuela :). Y es que el orujo con miel puede hacer milagros.

Como te dije antes, yo creo que el siglo pasado ya demostró que cada vez que venía alguien con el recetario para configurar el Mundo Feliz, la lió parda. Yo creo que hoy por hoy va a ser imposible que la gente vea con bueno ojos cambios radicales, para bien o para mal, que recuerdan al siglo pasado.

Si en los últimos tiempos nos hemos desviado algo de la ruta correcta (que yo creo que lo hemos hecho), desandemos el trozo equivocado y volvamos a avanzar por la ruta de la sensatez.

Bueno, como dices es importante que ambos seamos conscientes de que hay una enfermedad. Sólo discrepamos en la enfermedad y la receta. No es para tanto. :).

¡¡Un abrazo!! ¡No queda ná de semana!

David: 
Habrá que preguntarle a House... Recemos por que no sea Lupus! :D

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